viernes, 17 de octubre de 2008

Continúa la sangría del petróleo nacional



Félix Herrero es vicepresidente del MORENO. Es economista y abogado. Ver otros artículos suyos en http://www.info-moreno.com.ar/

Ofrecimiento de De Vido a petroleras estadounidenses


En su reciente viaje a los Estados Unidos, el ministro de Planificación, Julio De Vido, prometió a las poderosas multinacionales petroleras, otorgarles nuevas concesiones en el mar Argentino, para proseguir con el saqueo de los últimos yacimientos explorados que nos quedan. Nuevamente se utilizará a Enarsa como una oficina de adjudicación de áreas para exploración, sin que trasciendan mayores datos. Con participaciones mínimas, esta empresa “de bolsillo” no cumplió ni cumple con el papel que tuvo Yacimientos Petrolíferos Fiscales (Y.P.F.) durante más de 80 años. En más de un lustro, el gobierno nacional no se propuso recrear una gran empresa pública para explorar, extraer, refinar y transportar el petróleo argentino. Nuestros recursos quedarán otra vez para las grandes transnacionales euroamericanas, sin que la Argentina se disponga siquiera a obtener una parte importante de la renta generada.
Esto sucedió durante el viaje a Estados Unidos de la presidente argentina, Cristina Fernández, para participar de la Asamblea de las Naciones Unidas. Mientras anunciaba la reapertura del canje de bonos con los llamados “hold outs”, a propuesta de tres grandes bancos que compraron buena parte de estas acreencias para realizar un nuevo negocio con la deuda externa argentina (uno de ellos, el Barclays, copropietario de la minera angloaustraliana Río Tinto, que quiere extraer potasio salinizando del Río Colorado e insumir cerca de 2 millones de m3/día de gas natural para exportar potasio a Brasil); De Vido y el embajador argentino en Estados Unidos, Héctor Timerman, acordaban con multinacionales petroleras la continuación de la entrega de nuestros yacimientos. Dijeron que, a causa del descubrimiento en Brasil de grandes yacimientos (superiores cada uno de ellos a las reservas totales de nuestro crudo), la prolongación de la exploración hacia el sur debería interesar a las petroleras para expandir su actividad en el mar argentino. Claro, olvidaron decir que en Brasil fue la empresa estatal la que hizo los hallazgos. Durante los últimos años, nuestro principal socio del Mercosur se dedicó a desarrollar sus centros de tecnología petrolera y a realizar considerables inversiones; mientras que en nuestro país se privatizó la empresa estatal, sin visión de recuperarla, no se reconstituyó el centro de investigación que tenía la gran Y.P.F. en Florencio Varela, y no se invirtió en la búsqueda y explotación del petróleo nacional.
Los representantes del gobierno nacional nuevamente utilizaron el comodín llamado Enarsa para entregar áreas, participando esta empresa en una porción súper minoritaria del negocio, como ya lo había hecho con los no publicados contratos de exploración de nuestra plataforma continental firmados con Petrobrás y con la europea Repsol (asociada con Esquenazi, dueño principal del Banco de Santa Cruz y ahora accionista minoritario de YPF SA, sucursal local de Repsol).
De Vido hizo el ofrecimiento de nuevas concesiones durante un desayuno que compartió con Cassey Olsen, presidente de Occidental Petroleum Corporation (Oxy), del que también participaron directivos de ExxonMobil, Shell y GE Comercial, y que contó con la presencia de las “locales” Tecpetrol, Corporación América, Electroingeniería, Aeropuertos 2000, Edenor (su actual presidente lo fue de YPF SA -es decir, Repsol-) y Grupo Dolphin, para que actúen como gerentes o “socios” minoritarios de las multinacionales en el mar argentino. Asimismo, el ministro De Vido y los gobernadores Capitanich y Zamora, se comprometieron a visitar Texas en noviembre, con los mismos fines que ahora.
Esta política es netamente contraria a la que llevan adelante los gobiernos de Brasil, Bolivia, Ecuador y Venezuela, que continuamente descubren y registran nuevas reservas de hidrocarburos, ampliamente superiores a las cantidades que extraen. En Argentina, desde el vaciamiento y privatización de YPF, tenemos el triste récord de una caída constante de las reservas, mientras las empresas concesionarias no logran conseguir tasas positivas de reposición.
Es necesario que todas las organizaciones sociales y políticas repudien este nuevo acto del gobierno que tiende a fraccionar los yacimientos sub-marítimos, de la misma forma que ocurrió con la privatización y extranjerización de nuestros recursos naturales y su profundización en 2006 con su “provincialización”.
En lugar de recuperar o reconstruir una gran petrolera nacional, irresponsablemente se ofrecen los pocos yacimientos que nos quedan para que las firmas oligopólicas anglo-norteamericanas sigan con el festín del gas y petróleo en nuestra Patagonia. Hay que terminar con la infame era del predominio de las multinacionales euronorteamericanas en nuestra economía, permitida por la profundización actual de la política petrolera de los ‘90.
Como sostiene Naomí Klein en su reciente artículo “La ideología del libre mercado está lejos de haber concluido”: “…nada ocurrirá sin una fuerte presión social sobre los políticos (…) no con un cordial cabildeo, sino un regreso a las calles (…) Sin él, habrá cambios superficiales y un regreso, tan rápido como sea posible, a más de lo mismo.”

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