Mostrando entradas con la etiqueta Fernando "Pino" Solanas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fernando "Pino" Solanas. Mostrar todas las entradas

jueves, 31 de marzo de 2011

Junto a Pino Solanas, en Luján


El pasado sábado 26 de mazo, una comitiva de militantes mercedinos del Movimiento Proyecto Sur Mercedes (PS-PSA-PPSur) partió de la Casa del Pueblo hacia la vecina ciudad de Lujan para concurrir al acto desarrollado en un hotel céntrico de dicha ciudad, en el marco de la campaña electoral del presente año, donde el precandidato presidencial y diputado nacional Fernando “Pino” Solanas realizó una conferencia tanto para la prensa como para los vecinos, quienes a traves de preguntas pudieron conocer de manera directa las propuesta que desde nuestro espacio venimos sosteniendo, para luego inaugurar el “Centro Cultural de Proyecto Sur Luján” ante la presencia de 400 militantes y vecinos de la zona.
Luego de una caminata por el centro de la ciudad donde también conversó con gente de la zona, donde explicó que Proyecto Sur “viene a terminar con el cinismo y la hipocresía de un país convertido en una bolsa de negocios”.
“Proyecto Sur es un movimiento que está creciendo y se está constituyendo como una opción real y concreta al bipartidismo más allá de los cálculos electorales”, agregó Solanas.
Solanas finalizó diciendo que “nosotros somos los que el gobierno no pudo comprar, los que no olvidamos la historia. Somos los que no compramos el disfraz progresista de este gobierno.
De la visita, además de Solanas, participaron Vilma Ripoll (MST), el ex diputado nacional Mario Cafiero y Mario Mazzitelli (PSA).
Una vez finalizado el acto, los mercedinos pudieron charlar a solas con Solanas, comprometiendose para una visita a nuestra ciudad en poco tiempo.

jueves, 20 de enero de 2011

Diferencias entre lo público y lo estatal


(INFOSUR 20 ene, 2011) Aclaraciones respecto de cómo los medios han interpretado las afirmaciones del precandidato de Proyecto Sur en torno a los servicios públicos. 

En estas décadas, la “cultura de lo público”, la “ética pública”, ha retrocedido de manera dramática en nuestro país. Por múltiples factores, el ejercicio de los derechos sociales y, lo que es peor, la conciencia ciudadana en torno a tales derechos, se ha degradado sensiblemente. En paralelo, desde las instituciones de la democracia no se ha promovido discusión alguna en torno a un tema que, si bien es acuciante y de vital importancia, aún no ha sido objeto de una profunda reflexión política.
En lo que toca a los servicios públicos, la Argentina se debe un gran debate sobre su administración y sobre los mecanismos de control o fiscalización que han de resguardar y promover su correcto funcionamiento. No se trata, en absoluto, de un tema menor: los servicios sociales (salud, educación, transporte, telecomunicaciones) son, en gran medida, los garantes fundamentales de los derechos sociales y de la convivencia democrática.
Por ello no es extraño que las recientes declaraciones de Fernando “Pino” Solanas, precandidato a la Presidencia de la Nación por Proyecto Sur, hayan sido tomadas con liviandad y sin el rigor y los matices conceptuales requeridos al caso. En el día de ayer, varios medios han destacado que Solanas “lo quiere estatizar todo”. A primera vista, pareciera ser que Proyecto Sur impulsa la idea de un Estado monopólico o corporativo, dotado de una burocracia que hace negocios para sí con el aparato estatal y con el patrimonio de todos los ciudadanos. Nada más alejado de la realidad: para Proyecto Sur el sentido de lo público poco tiene que ver con el añejo “estatismo”.
Las dificultades para comprender las posiciones de Solanas respecto de los servicios sociales provienen del prejuicio generalizado de que el modelo aplicable a éstos sólo tiene dos variantes: la privatización o el dominio estatal. Lo cierto es que, entre ambos extremos, existe una tercera opción que, más allá de la disyuntiva, no puede discutirse pues hace al mismo sentido de la vida democrática: los servicios públicos -estén  o no en manos del Estado- han de ser, valga la redundancia, “servicios” y “públicos”. Esto parecerá una obviedad, pero no lo es: si los denominamos servicios es porque han de “servir” al usuario, al ciudadano; y son “públicos” es porque va de suyo que son patrimonio de la sociedad civil aun si son “concesionados” (es decir, una “con-cesión”, una cesión compartida) a empresas privadas. De lo dicho se sigue que los servicios públicos en ningún caso pueden ser un negocio -o generar rentas privadas, sí públicas- porque los derechos sociales son sagrados y universales, y no deben estar atados al poder adquisitivo de tal o cual ciudadano. Esto no es ninguna novedad sino que está en el corazón de la Constitución Nacional
Es trágico que en la Argentina aún no hayamos alcanzado un grado de convivencia social capaz de asumir y resolver esta problemática. Si es cierto que aun estando en manos privadas los servicios siguen siendo públicos, lo lógico sería que el “público” tuviera algún tipo de participación en el control de su administración; así, pues, el Estado debería “procurar” las herramientas institucionales para que la ciudadanía pueda fiscalizar las concesiones y resguardar el sentido “público” de los servicios que, en el fondo, les pertenecen a todos los ciudadanos por igual. Los Tribunales de Ética Pública, propuestos por el diputado Solanas, van en esa dirección.
Lo determinantes es que, en el caso de que los servicios sean concesionados, el Estado y la ciudadanía deben actuar con un rigor ético implacable para que tal concesión se cumpla y no se totalice y devenga en monopolio. No se puede permitir que la sociedad sea burlada y que las empresas lucren de manera desmedida con servicios de los que en general depende la misma calidad democrática. La salud y la educación, el acceso a la vivienda, el transporte, el agua potable o las cloacas no pueden ser un negocio: alguna mentalidad neoliberal dirá que, de lo contrario, darían “pérdidas”. Falso. Esas supuestas pérdidas son, antes bien, un “inversión” invalorable. Ninguna sociedad puede mejorar en lo económico, generar riqueza, bienestar y prosperidad si no se garantizan mínimos de calidad de vida para toda la población.
Pongamos otro caso: si pensáramos en términos de ganancia, como ejemplo podemos señalar lo siguiente. En las cuentas estatales, los ferrocarriles pueden dar pérdidas y estar subsidiados. Pero, al mismo tiempo, el beneficio que generaría un nuevo sistema ferroviario con miles de kilómetros de vías y vagones y locomotoras de producción nacional es a su vez incalculable: la creación de cientos de empresas y de miles de puestos de trabajo, más la dinamización de las economías regionales que traería la industria ferroviaria, supondría un beneficio mayúsculo, vital, socialmente humanizador, incomparable con el capital demandaría.
La necesidad de instalar en todos los niveles un gran debate en torno al sentido de lo público es algo trascendental. De ello depende el ejercicio activo y pleno de los derechos sociales y la elevación sustancial de la calidad de nuestras instituciones. Pues la corrupción, el uso del poder estatal para realizar negocios privados, es un delito que sólo puede ser contrarrestado con una gran cruzada nacional que ponga a la ética como valor supremo: la ética pública, como ha afirmado Solanas, “es condición de la refundación democrática de la Argentina”.

martes, 7 de diciembre de 2010

Hoy, todos a Ferro!

Hoy todos a Ferro!  EN MERCEDES NOS JUNTAMOS A LAS 14.30 HS. EN LA CASA DEL PUEBLO (35 E/22 Y 24)

LANZAMIENTO PINO PRESIDENTE 2011
MARTES 7 DE DICIEMBRE 18 HS.

MICROESTADIO FERROCARRIL OESTE
Avellaneda 1240 – CABA

Esta candidatura nace en la necesidad expresada por miles de argentinos decididos a hacer realidad nuestras cinco causas fundantes.
“Nos preparamos para gobernar con un plan alternativo a las dos caras de una misma moneda y el Movimiento Proyecto Sur se está convirtiendo en el eje constructor de un nuevo espacio para transformar Argentina”, afirma Pino Solanas.
El acto de ferro será transmitido en directo por Proyecto Sur TV:

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Pino Solanas: "El presupuesto oficial es una gran mentira"



El Interbloque de Proyecto Sur adelantó que "no dará quorum para tratar el Presupuesto enviado por el Poder Ejecutivo sino se da un urgente tratamiento de los proyectos de modificación del INDEC, creación de la Comisión Bicameral para la Investigación de la Deuda Pública; Fabricación de Medicamentos y Mecanismos de Prevensión para el Uso de Elondaementos para la Tortura.
En la conferencia de prensa realizada en el Salón José Luis Cabezas, y de la que participaron los legisladores Fernando Solanas, Claudio Lozano, Jorge Cardelli, Alcira Argumedo, Graciela Iturraspe, Eduardo Macaluse y Victoria Donda, se señaló que "Proyecto Sur no dará ninguna colaboración para las próximas sesiones si la UCR y el Frente para la Victoria, no habilitan para su tratamiento en el Senado la reposición de los artículos 107 y 108 de la Ley de Reforma Política vetada por el Poder Ejecutivo".
Respecto del Presupuesto presentado por el oficialismo, el diputado Fernando Solanas afirmó: "El ministro de Economia falsea la realidad y chantajea a la ciudadania. El presupuesto oficial es un gran dibujo y una gran mentira que dibuja ingresos y gastos. No apoyaremos ni la inconsistencia opositora ni el dibujo oficialista. Proponemos desplazar por una semana el debate del presupuesto para encarar nuestros temas pendientes en una sesión especial. No vamos a dar quorum para tratar el proyecto de ley de presupuesto 2011 si no se debaten en la Cámara nuestros proyectos cajoneados en Comisiones".

Prensa Diputado Nacional Fernando "Pino" Solanas
Movimiento Proyecto Sur

miércoles, 14 de enero de 2009

“Los K profundizaron el despojo que hizo Menem”

Fernando Pino Solanas, aseguró este miércoles que el kirchnerismo "continuó y profundizó el despojo neoliberal iniciado por el menemismo" y destacó que "lo más grosero del gobierno es haber respetado la herencia de Eduardo Duhalde que amnistió a toda la banca estafadora que vació el país en 2001". Solanas, en un reportaje concedido a la agencia de noticias DyN, llamó a la "unidad de todo el espacio progresista nacional", precisó que el kirchnerismo "como proyecto político está acabado" y se expresó a favor de "recuperar el petróleo y la minería, investigar la deuda externa y hacer una reforma política para democratizar los instrumentos de la democracia". ¿Cómo juzga al gobierno nacional? El gobierno del matrimonio Kirchner a continuado en sus esencias económicas el modelo neoliberal que inició Menem, porque profundizó el despojo y la entrega iniciada por el menemismo. El kirchnerismo sigue legalizando el saqueo de bienes estratégicos no renovables y eso es neoliberalismo puro. ¿Qué otros temas no encaró el oficialismo?No investigó la deuda que fue negociada por Lavagna y Prat Gay. Kirchner no hizo nada y ataron la deuda al índice de la inflación más el CER. Y encima terminan diciendo que hay que pagarle al Club de París. Las deudas contraídas por dictaduras son odiosas y no se pagan y es una jurisprudencia que tiene actualidad, porque el gobierno de Bush no quiere pagar las deudas contraídas por Sadam Hussein en Irak. ¿Y la política minera y de hidrocarburos? Lo más grosero es haber respetado la herencia de Duhalde que amnistió a toda la banca estafadora que vació la Argentina en 2001. El cambio de la legislación minera fue financiada por el Banco Mundial y Menem obedece fielmente a esos dictados y los Kirchner efectivizan la provincialización de los hidrocarburos. En 2002, Duhalde fija retenciones a los hidrocarburos y quiénes estaban en la Quinta de Olivos para protestar contra esas retenciones: Kirchner y Jorge Sobisch. ¿Qué opina de las protestas en el interior contra las mineras? Fue asombroso el veto a Ley de Glaciares a raíz de la presión del socio kirchnerista, el señor José Luis Gioja (gobernador de San Juan), representante de la Barrick Gold con quien tiene intereses profundos. Fue una burla al Congreso lo que se hizo con eso. ¿Cómo ve al kirchnerismo como fuerza política? El kirchnerismo ha perdido credibilidad y tiene una fuerte tendencia a hacer negocios con las cosas públicas. En esto Kirchner no es diferente a la matriz del nido pejotista. El pejotismo es una corporación profesional para quien la política es construir negocios y poder económico en función personal del dirigente. Los Kirchner no escapan a este esquema. Se vive el declive y el ocaso del kirchnerismo.¿Cómo ve al resto de la oposición? Lo que veo es que ningún tema estratégico del país está en la agenda de ningún dirigente opositor. No está el debate por los recursos naturales, el pago de casi 66 mil millones de dólares que habrá que pagar entre este año y 2011, los doce millones de pobres, la fuga de 23 mil millones de dólares a raíz de la crisis del imperio y los millonarios subsidios a las petroleras y a la Aceitera General Deheza. Nadie quiere hablar de estos temas. ¿Y en términos electorales? Bueno, ahora los radicales abrieron la tranquera del corral y balan al llamado de sus ovejitas descarriadas y a alguna cabra o cabrón grande como Cleto (Cobos) y la ovejita Lilita vuelve al corral y volverán a la escena política. Es la partidocracia profesional. Macri parece que también podría estar, que está haciendo una gestión deplorable. Se suma a cualquier esperpento y Carrió es funcional a la centroderecha. ¿Usted y su sector que harán? Nos vamos a presentar a las elecciones en la Capital Federal y seguramente voy a ser candidato.¿Quiénes estarán en ese espacio? Venimos de firmar con Luis Juez un llamamiento para refundar a la Argentina, recuperar los recursos, investigar la deuda y proponemos una reforma política para democratizar los instrumentos de la democracia. Nos dirigimos a los auténticos peronistas que están en la diáspora. A los progresistas y socialistas auténticos, a Miguel Bonasso, Humberto Tumini y Jorge Ceballos. Es nuestro compromiso unir a todo el espacio nacional progresista.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Unidad para construir un proyecto nacional.


Por Fernando "Pino" Solanas *
Después de los fracasos y traiciones de la llamada centroizquierda, hoy vuelve a plantearse en la Capital la operatoria kirchnerista de intentar unir las fuerzas progresistas para enfrentar a Macri, como representación inequívoca de la derecha. La política de las manipulaciones mediáticas ya mostró su falsedad en mayo del 2007, cuando se quiso convencer a la ciudadanía de que las fuerzas progresistas eran las del Frente para la Victoria. Así les fue: en ese mismo mes sus legisladores votaban en el Congreso la ley antiterrorista y Néstor Kirchner daba luz verde al hecho más grave de la política argentina de los últimos años: la segunda privatización del petróleo y el gas con la prórroga de "Cerro Dragón" y todas las concesiones de Menem hasta el 2047; es decir, hasta la extinción total del recurso. Por eso, para no repetir la farsa, se impone discutir qué es lo que consideramos una política progresista o reaccionaria, nacional o entreguista. ¿No es la nueva derecha criolla quien se asocia a las corporaciones que saquean nuestros recursos estratégicos no renovables, sin control público y a simple declaración jurada? ¿No es esta nueva derecha, con el "capitalismo de amigos", la que se beneficia mediante la entrega salvaje de las tierras fiscales –pertenecientes a los pueblos originarios– y los yacimientos mineros y petroleros a los amigos o socios de los gobernadores provinciales? ¿Es realmente de avanzada la decisión de pagar al Club de París y a los fondos buitre, sin revisar la legitimidad de la deuda externa, mientras el dictamen del juez Ballesteros sobre su carácter fraudulento duerme en el Congreso? ¿Qué decir del "tren bala" como opción a una reconstrucción de los ferrocarriles con tecnologías y fábricas propias, que pueden generar miles de empleos y garantizar autonomía? ¿Dónde colocaríamos a conspicuos miembros y amigos del Frente para la Victoria, como Cristóbal López, Eskenazi, el senador Roberto Urquía y otros grandes exportadores de granos, que estafaron al fisco por 1700 millones de dólares con el paraguas de la Resolución 125?El formato progresista de la era "K" es una peculiar combinación de derechos humanos con esencias del modelo neoliberal. Basta recordar que en nombre del centroizquierda se han venido avalando las políticas económicas neoliberales más puras, ejecutadas desde el gobierno menemista y algunas otras desde la dictadura. ¿No sigue vigente la Ley de Entidades Financieras de Martínez de Hoz, que priva a la pequeña empresa de acceder al crédito público y sigue al servicio de las multinacionales? ¿No bastó la fuga de 26 mil millones de dólares en el 2001, para evitar la reciente fuga de 22 mil millones de dólares imponiendo un riguroso control de cambios y divisas? ¿No es necesario recordar la trágica aventura de la Alianza, con el soborno de senadores para flexibilizar las leyes laborales? ¿No merece recordarse el regreso de Cavallo –agosto del 2001– con poderes excepcionales votados por los legisladores del Frente Grande para negociar un megacanje que nos costó casi 54 mil millones de dólares más.En esta gran confusión, el gobierno de Cristina Kirchner, que para muchos se ubica en la franja del progresismo o centroizquierda, hace pocos días anunció un subsidio a las petroleras de 8750 millones de dólares (Clarín, 13/11/08) y desconoció la decisión del Congreso nacional, como respuesta al reclamo del lobby minero de la Barrick Gold, vetando la ley de protección de los glaciares que había logrado unanimidad en Diputados y solamente tres votos en contra en el Senado. Se acaba de nombrar –con el elogio y abrazo de algunos progresistas– a Débora Giorgi como ministra de la Producción. La flamante funcionaria, entre sus innumerables cargos, fue secretaria de Industria de Fernando de la Rúa y firmó, junto a José Luis Machinea, uno de los convenios más escandalosos y lesivos al interés de la Nación: la prórroga por diez años –y diez años antes de lo que fija la ley– del que fuera el yacimiento de gas estrella del país: Loma La Lata. Sus millonarias reservas, tasadas en más de 10 mil millones de dólares, fueron cedidas por 300 millones de dólares y sólo debía pagar un 12 por ciento de regalías. Para dar idea del colonialismo del convenio, baste citar el artículo 1.3: "El Estado Nacional y la Provincia garantizan que durante la vigencia de la prórroga de la Concesión (...) mantendrán indemne a YPF frente a cualquier reclamo o acción de terceros o decisión o cambio legislativo que pueda afectar o modificar el régimen de dominio que rige sobre el área Loma La Lata-Sierra Barrosa, obligándose a mantenerla en el ejercicio íntegro de sus derechos".¿No son estas razones suficientes para delimitar qué es derecha o izquierda en la Argentina y quiénes son las personas creíbles frente a la ciudadanía? En las décadas recientes y hasta la actualidad, los travestismos políticos y las piruetas oportunistas se convirtieron en materia corriente. El ser humano y la dirigencia como parte del género puede cometer errores y todos los hemos cometido; pero es preciso corregirlos con acciones autocríticas y compromisos públicos que los superen. No obstante, hay cosas que son inadmisibles. Una de ellas es la traición al mandato de las urnas y otra, las operatorias mediáticas o acuerdos a espaldas del pueblo, soslayando el abierto debate de ideas. Todo tiene sus límites: estamos hablando de un debate que necesariamente excluye a quienes fueron los protagonistas de la entrega y la corrupción de ayer o de hoy. La actual crisis mundial es grave y exige respuestas creativas, impulsadas con grandeza y coherencia, desechando cualquier intento de obtener beneficios personales o de grupo con recursos públicos y sociales, al costo del sufrimiento de una gran proporción de nuestros compatriotas. El debate debe incluir entonces las políticas a seguir, entre otras, con las corporaciones mineras, petroleras y exportadoras de granos, favorecidas con una renta que pertenece a todos los argentinos. Es indispensable el debate y definición de un auténtico proyecto nacional, capaz de ser integrador de nuestras potencialidades, anhelos y voluntad de evolución, insertado en forma creativa y autónoma en la región. Es hora de que todos aportemos a su diseño y construcción. La tarea es inmensa y ninguna fuerza política o social se encuentra con capacidad de hacer frente a ello en forma aislada. Por estas razones, Proyecto Sur propone a quienes se sienten identificados con el espacio progresista, nacional y popular, una Mesa de Diálogo para la construcción del Proyecto Nacional. La unidad que proponemos no se reduce a lo electoral ni se basa en la distribución de cargos o lugares en una lista. Nos proponemos construir una fuerza política, social y cultural que sea capaz de impulsar un proyecto emancipador en posibilidad concreta de recuperar los recursos estratégicos y democratizar las instituciones, como paso indispensable para terminar con la indigencia, el hambre y la degradación del ambiente. Se trata de recuperar y honrar la credibilidad de nuestro pueblo.
* Referente de Proyecto Sur.

viernes, 28 de noviembre de 2008

“El lobby de la Barrick Gold ha podido más que la voluntad del Congreso”

Así se refirió Fernando “Pino” Solanas, referente de Proyecto Sur, al permiso presidencial para explotar los glaciares de la cordillera argentina. Proyecto Sur prepara un proyecto para denunciar el tratado minero argentino-chileno y un próximo acto en repudio a la decisión del gobierno de Cristina Fernández de profundizar el saqueo minero.
Es un escándalo y una burla a las instituciones que una ley votada por unanimidad de un tema tan noble y estratégico como la defensa de los glaciares haya sido vetada en su totalidad por un decreto presidencial. No se recuerda ninguna ley que en los últimos tiempos haya sido vetada en su totalidad, con el agravante de que además fue aprobada por unanimidad en ambas cámaras”, afirmó Solanas.
El referente de Proyecto Sur aseguró que “El lobby de la multinacional Barrick Gold detrás de los hermanos Gioja ha podido más que la voluntad del Parlamento entero”, y llamó a que se pronuncien todas las fuerzas progresistas: “Todas las fuerzas progresistas tienen que pronunciarse en contra de estas medidas. Esto va más allá de los partidos políticos. Es la defensa del agua y de la vida”. El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, complementó: “Este veto es continuidad de la política neoliberal, lo mismo que pagarle al Club de París”.
La ley 26.418 sancionada por legisladores de ambas cámaras el 22 de octubre pasado protegía a los glaciares de la Argentina. Pero la presidenta Cristina Fernández de Kirchner promulgó el decreto 1837/08, que veta la norma y deja a las masas de hielo de todo el territorio –verdaderos reservorios de agua dulce, oro, cobre y otros tesoros– sin un marco jurídico que las preserve.
Según comunicados legislativos, la ley vetada creaba un Inventario Nacional de Glaciares, donde debían individualizarse todos los glaciares y geoformas periglaciales que actúan como reservas hídricas existentes en el territorio nacional con toda la información necesaria para su adecuada protección, control y monitoreo. También prohibía que en los glaciares y su entorno se realicen actividades que puedan afectar su condición natural o que impliquen su destrucción o traslado o interfieran en su avance, como la liberación de sustancias contaminantes, la construcción de obras de arquitectura y la exploración y explotación minera o petrolífera, incluyendo en dicha restricción aquellas que se desarrollen en el ambiente periglacial saturado en hielo .
Pero poco importa cuando existe nula voluntad de enfrentar a los intereses multinacionales en temas estratégicos. El decreto presidencial expresa que la Secretaria de Minería del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios entiende que una ley Nacional no puede fijar prohibiciones absolutas, sino establecer parámetros mínimos que las provincias cumplirán pudiendo determinar mayor rigidez aún, de acuerdo a su especial situación ambiental. Sin considerar que la ley prohibía la minería sólo cuando ésta se desarrolle sobre glaciares o zona de hielos permanentes, es decir, sobre fuentes y reservas de agua.
Mientras la revisión del veto presidencial parece no prosperar en las comisiones legislativas, Proyecto Sur prepara un próximo acto en repudio de dicho veto y de otros proyectos mineros que constituyen un verdadero saqueo, pues se llevan los minerales, se quedan con los beneficios y dejan la contaminación. Así lo expresó Solanas, el pasado martes 18, en el programa de TN, Palabras + Palabras menos: “Basta con esta locura de hacer volar las cordilleras enteras. La gran minería busca hacer recursos de la forma más rápida posible. ¿Por qué no lo hacen en Gran Bretaña o en Francia? Todas las mañanas, las grandes mineras hacen volar los cerros con miles de toneladas de explosivos. Luego se lavan esas rocas con 70 u 80 millones de litros de aguas fósiles subterráneas cada día, que no se reponen. Se la mezcla con cianuro y otros químicos. El grado de contaminación que tienen las poblaciones aledañas por el polvo mineralizado es tremendo, a través de las cuencas hídricas y los vientos que llevan esos polvos a los valles. Hay que terminar con esto. Seguir el ejemplo de las poblaciones de sietes provincias mineras que después de decenas de protestas lograron que las legislaturas se pronunciara contra la minería a cielo abierto con sustancias tóxicas.”
El veto se produjo luego de que varias organizaciones socio-ambientales de todo el país realizaran una semana de acampe frente al Congreso en protesta contra la gran minería. Un amplio conjunto de organizaciones mendocinas, a través de un comunicado de prensa, aseguró que el decreto de veto presidencial “tiene argumentos inconsistentes, que reflejan un profundo desconocimiento de la importancia de la protección de nuestros glaciares como fuente estratégica de agua potable para el sostenimiento de la vida y del desarrollo de nuestra comunidad”. Según estas organizaciones, “La Ley General del Ambiente Nº 25.675, que señala principios generales y prevé el sistema de evaluación de impacto ambiental, no tiene por qué ser la única que deba constituir ‘presupuestos mínimos ambientales’. Cuando existe un ecosistema cuya fragilidad lo amerita, no es excesivo sino necesario que existan normativas nacionales específicas que resguarden su equilibrio, e impongan algunas razonables prohibiciones. La Ley de Bosques es un claro ejemplo de ello y entendemos que la Ley de Glaciares hace lo propio respecto a este tipo de ecosistemas.”

martes, 11 de noviembre de 2008

Fin del saqueo jubilatorio

Por Fernando "PINO" Solanas

La correcta decisión de terminar con el negociado de las AFJP es una de las mayores medidas que toma el gobierno nacional para recuperar el rol del Estado como garante de los derechos de los trabajadores argentinos. Esta medida, que forma parte del programa de Proyecto Sur, apunta a romper la trama oscura del poder financiero que impuso desde 1976 el modelo neoliberal.
Cuando se votó la creación de las AFJP en 1993, bajo el cínico nombre de “Ley de Solidaridad Previsional”, se hacía referencia a la insolvencia del sistema público y la imposibilidad para el Estado de garantizar el 82% ciento móvil. Los privatistas prometían revertir el déficit crónico del sistema previsional, incrementar la cobertura y ampliar el mercado de capitales, objetivos que nunca se cumplieron. La capitalización privada constituye un sistema de rapiña institucionalizado y la destrucción del tejido social solidario, que permitió a las AFJP dañar el futuro previsional de los argentinos. Las AFJP desfinanciaron al Estado, agravando el déficit fiscal y el posterior endeudamiento externo, y obtuvieron exorbitantes comisiones. Pero lo peor, no revirtieron la morosidad previsional, no ampliaron los aportes voluntarios, ni garantizaron la cobertura jubilatoria. ¿Acaso creíamos que apostar las jubilaciones en la bolsa de valores iba a garantizar el futuro de nuestros trabajadores?
Bastaría con indicar que casi tres cuartas partes de las personas en edad de jubilarse son indigentes para demostrar la falsedad de la capitalización y desigualdad privada. Este esquema funcionó por la captación compulsiva y engañosa de afiliados; y desde los inicios de las AFJP hasta 2001, el Estado dejó de recaudar 75.000 millones de dólares, al tiempo que se congelaron los haberes de los jubilados durante 10 años. En promedio, entre 1994 y 2006, se apropiaron de un tercio de los montos recaudados. En concepto de comisiones, las AFJP obtuvieron más de US$ 10.600 millones. Como sucedió con la privatización de los servicios públicos, la excepcionalidad de la Argentina neoliberal consistió en que se garantizó a los privados una tasa de rentabilidad extraordinaria inigualable en el mundo.
El saqueo del Estado desde los inicios del neoliberalismo no consistió en hacerlo desaparecer, sino en utilizar sus mínimas estructuras a favor de los sectores dominantes. Con las AFJP, se quebró el orden constitucional, y se desfinanció al Estado e incrementó la deuda pública. La Justicia investiga hoy diferentes fraudes cometidos por las AFJP: desde la venta a precios ínfimos de títulos de deuda pública, financiamiento a grandes empresas (compraventa de acciones) y desvío de operaciones en perjuicio de los ahorros jubilatorios; siendo todo ello violatorio del artículo 14 bis de la Constitución y de normas menores. Asimismo, como ocurre con los subsidios a los concesionarios privados de los trenes, las ganancias privadas las garantiza un Estado que se hace cargo de las cuentas mayores; en el caso de las AFJP, de los haberes que no alcanzaban el mínimo vital para sus jubilados, entre otros. Lo peor es que se eliminó el derecho al 82% móvil de los jubilados: los haberes apenas alcanzan a la mitad de los que obtenían en su época activa. Al pasar al sistema de reparto, los actuales jubilados privados cobrarán ahora mejores jubilaciones.
Por si fuera poco, las AFJP desfinanciaron al Estado. En lugar de destinar parte de sus fondos en la infraestructura básica del país, como la reconstrucción del sistema de transportes, los fondos de las AFJP (más del 50%) se utilizaron para comprar deuda del Estado y otros negocios financieros. La estafa encubierta se complejizaba, ya que el flujo de fondos previsionales hacia los privados agudizó el déficit fiscal y provocó el posterior endeudamiento público. ¿Resultaba razonable que los privados prestaran al Estado, con tasas usurarias, la misma plata que le quitaban? Todo lo dicho, debería servir de advertencia a quienes parecen haber hecho mal los cálculos que sustentan la idea del “robo de los ahorros”, porque se ha visto que los ahorros ya desaparecieron con las AFJP. Más allá de lo correcto de la medida, tenemos que llamar la atención por las dudas que genera su estatización. No sólo porque los mismos que aprobarán hoy el fin de las AFJP son los que aplaudieron su creación hace 15 años (los Parrilli, Gioja, Fellner, Ballestrini, etc.), sino porque en medio de la crisis financiera, el gobierno ha anunciado que honrará las fraudulentas deudas del país. Por ello, desde Proyecto Sur exigimos autonomía y autarquía para la ANSES, la participación en su conducción de trabajadores, jubilados y el Estado. Proyecto Sur ya lo había dicho durante la campaña. También lo sostuvieron los jubilados en sus más de 800 marchas al Congreso: se puede terminar con el saqueo. La estatización de las AFJP es necesaria, porque con buenos controles, volver al sistema solidario de jubilaciones es un beneficio para el futuro de todos los argentinos.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Honrando deudas oscuras - Pago al Club de Paris

Por Pino Solanas

La cancelación de la deuda con el Club de París indica el fracaso de la “política de desendeudamiento” iniciada en 2002. Las campañas informativas y los voceros del establishment impusieron el sofisma que dice que para crecer es preciso el crédito externo y, a fin de obtenerlo, deben cancelarse todas las deudas del pasado. Sin embargo, en 2002 el país inició un ciclo de crecimiento sostenido sin recurrir al financiamiento extranjero. Después de la catástrofe económica y social producida por la perversa lógica de la deuda, ¿cómo es posible que ahora se quiera recurrir al mismo circuito? ¿Otra vez el paradigma del crédito externo para las grandes corporaciones que luego traspasan sus deudas al pueblo argentino como lo hicieran, a través de Cavallo, en 1982? ¿No bastó la fuga de US$ 26.000 millones en 2001, con la participación activa de los bancos y grandes empresas que hoy aplauden el pago al Club de Paris?
Entre 2003 y 2008 se han “honrado” pagos por más de US$ 31.000 millones al FMI, BID, BM y ahora al Club de París. Cuando en el 2005 se realizó el Canje Global con la banca acreedora, Lavagna y Kirchner ataron la mitad de la deuda remanente a la inflación: una de las causas del culebrón del INDEC. Faltaría ahora, para conformar al establishment, el arreglo con los bonistas que quedaron fuera del Canje, que reclaman US$ 30.000 millones. El gobierno ha venido pagando con ingresos genuinos, reservas o emisión de nueva deuda con tasas de interés usurarias del 16% como la reciente venta de bonos a Venezuela. En la mayoría de los casos, se cancelan sólo intereses y el monto de la deuda no ha disminuido respecto a 2001. Hoy se deben oficialmente US$ 150.000 millones, pero alcanzan los US$ 200.000 millones si se cuentan los hold outs y otras obligaciones en firme como los intereses capitalizables. Entre 2008 y 2011, habrá vencimientos que exceden los US$ 60.000 millones. En este contexto se produce la grave decisión de cancelar la deuda con el Club de París.
La presidente ha mencionado que el 45% de la deuda con el Club de París se contrajo antes del regreso de la democracia y que “debe ser una de las más genuinas”. Lo sorprendente, es que gran parte de esta deuda fue contraída a pedido del represor Emilio Massera para el equipamiento de submarinos que nunca se fabricaron. Según documentos oficiales de 1987, uno de los créditos reclamados por Holanda no debía pagarse por ser producto de acciones irregulares y delictivas. Es el llamado “Caso Cogasco”: los fondos nunca ingresaron al país, pero fueron registrados como deuda de Gas del Estado. Además, funcionarios de la dictadura endeudaron a las empresas públicas para alimentar la fuga de capitales y la “plata dulce”. Son hechos que no hablan de deudas genuinas. A su vez, en 2000, ante la crisis de la Convertibilidad, se contrajo una deuda con España que terminó en la fuga de capitales.
El país debe pagar sus obligaciones externas, siempre que sean legítimas y que corresponda. Pagar al Club de París sin esperar los resultados de la causa iniciada en la Justicia Federal sobre las deudas contraídas durante la dictadura militar, convierten al estado de derecho en una ficción. Que esta deuda haya sido contraída en tiempos de un régimen militar da pie a la aplicación de la teoría jurídica norteamericana de la “Deuda Odiosa”, que desconoce las deudas contraídas por dictaduras sin el consentimiento del pueblo o que no se utilizan en su beneficio. En 1923, en un litigio entre Costa Rica y el Royal Bank of Canada, el árbitro internacional William Taft -ex Presidente de EE.UU. y de la Corte Suprema- declaró como “deuda odiosa” los compromisos que había contraído el dictador costarricense Tinoco. Ahora, es el Gobierno Bush quien la busca aplicar en Irak, a fin de no pagar las obligaciones del gobierno de Saddam Hussein.
Otra doctrina jurídica, la del “delito de ejecución continuada”, indica que las reestructuraciones de deuda en Argentina no pueden borrar el ilícito de origen. La sentencia del Juez Jorge Ballestero del año 2000, en la causa iniciada por Alejandro Olmos, concluye que la deuda externa “ha resultado groseramente incrementada a partir del año 1976 mediante la instrumentación de una política vulgar y agraviante (…) que tendía, a beneficiar y sostener negocios privados en desmedro de sociedades y empresas del Estado". El mismo Banco Mundial aceptó que la deuda contraída entre 1976 y 1982 fue utilizada para la evasión de capitales e importaciones no registradas. ¿Por qué razón se ha renunciado reiteradamente a defendernos con la jurisprudencia que nos favorece? ¿Será porque es una condición para lograr el financiamiento del negociado del “tren bala”?
Estamos asistiendo al despilfarro de millonarios recursos, fruto del esfuerzo de los argentinos. A modo de ejemplo, con la mitad de los US$ 6.700 millones que pagarán al Club, es posible reconstruir a nuevo el colapsado sistema nacional de transportes: los trenes interurbanos que unían las provincias y los ferrocarriles de carga con 300 locomotoras y 16.000 vagones nuevos. Con la otra mitad podríamos recomponer la flota marítima y fluvial dotándola con 40 barcos graneleros nuevos de 30.000 toneladas (US$ 25 millones c/u) junto a varios petroleros, barcazas y navíos fluviales. Quedarían, además, cerca de US$ 2.200 millones para proveer de una flota de aviones a Aerolíneas Argentinas, Austral y Líneas Aéreas del Estado y poner en funcionamiento del sistema de transportes de aire, agua y tierra.
El país exige un riguroso debate en torno al “sistema de la deuda” para no continuar con las políticas indicadas por la banca acreedora que nos lleva a más dependencia y vaciamiento. Siguiendo el ejemplo de Ecuador -donde se investiga un proceso similar al nuestro- Argentina debe investigar su endeudamiento externo a fin de establecer quiénes, cómo y para qué se contrajeron las deudas, discriminar lo legítimo de lo que no lo es y establecer así, cuánto efectivamente debemos.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Pino Solanas acompañó a la comunidad boliviana en Argentina

Miles de residentes bolivianos en la Argentina ocuparon el pasado viernes las calles del barrio porteño de Palermo, en apoyo al gobierno de Evo Morales y en repudio por los intentos desestabilizadores de las oligarquías departamentales en Bolivia. La marcha confluyó con otra que reclamó por la liberación de los cinco cubanos detenidos en Estados Unidos hace ya diez años. Más temprano, en el Congreso, la CTA y diputados nacionales expresaron su apoyo al gobierno boliviano. El referente de Proyecto Sur Fernando “Pino” Solanas estuvo en el Congreso, luego marchó junto a la comunidad boliviana y pidió la libertad de los presos cubanos.
La comunidad boliviana en Argentina marchó desde el Congreso hasta Plaza Italia. Luego, frente a la Embajada de Estados Unidos, se plegaron a la otra movilización convocada por el Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MASCUBA), el Comité Argentino por la Libertad de los Cinco y numerosas organizaciones políticas, sociales y sindicales. En el lugar se juntaron los dos reclamos, el de la defensa del gobierno de Evo Morales y el de la libertad de los cubanos Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, al cumplirse diez años de su “injusta detención” en Estados Unidos.
“Pino” Solanas estuvo en la concentración. A su turno, aseguró que “lo que Estados Unidos está haciendo hoy con Bolivia, es lo mismo que hizo contra Cuba y por eso estamos acá, para pedir la libertad de los cinco cubanos y para defender la democracia en Bolivia”. Solanas consideró que Estados Unidos “también está presionando sobre el gobierno argentino y es necesario que todos nos juntemos para que no avancen las intenciones golpistas del gobierno de Bush. ¿Para qué reactivaron la IV Flota en el Caribe y en el Atlántico Sur? ¿Para pescar calamares?”, se preguntó.
Minutos antes, Solanas estuvo en el Congreso Nacional, en una conferencia de prensa convocada por la CTA, donde anunciaron que el próximo lunes 15 se realizará una marcha, a partir de las 15 horas, hacia la Embajada de Bolivia, en Corrientes y Florida, para lo cual se dispuso como punto de concentración la esquina de Carlos Pellegrini y Diagonal Norte. De la conferencia de prensa también participaron diputados nacionales, entre ellos, el diputado de Proyecto Sur, Claudio Lozano. En este encuentro se leyó una carta a través de la cual se rechazaron “las acciones de violencia y de racismo” que se registraron en Bolivia y se expresó el “compromiso con el proceso democrático de Bolivia y el gobierno de Evo Morales”. También se señaló como responsables de los intentos desestabilizadores a “sectores minoritarios en defensa de intereses económicos” apañados “por grupos de poder económico y el gobierno de los Estados Unidos”.
Por la mañana del viernes, Solanas se comunicó con el embajador de Bolivia en Argentina, Sixto Valdéz Cueto, para manifestarle su solidaridad y ofrecer sus esfuerzos en defensa de la democracia del pueblo boliviano.

sábado, 30 de agosto de 2008

“Pino” Solanas presentó el film "La próxima estación"

En una función exclusiva para la prensa, Fernando “Pino” Solanas exhibió su último film “LA PRÓXIMA ESTACIÓN. Historia y Reconstrucción de los Ferrocarriles”.
Tras la presentación, en una charla con los periodistas, Solanas afirmó: “La reconstrucción de un Tren Para Todos, que implica un servicio público confortable, eficiente, accesible a todos, pero también la reconstrucción de las industrias ferroviarias, con sus ingenieros y trabajadores, es una urgencia económica y una batalla cultural.
“Acá se tratan temas importantísimos –sostuvo Solanas- que todavía no se han destapado, como el éxodo a las ciudades de un millón de personas de los pueblos del interior hoy convertidos en fantasmas. La vida y suerte de estas personas quedó en manos de empresarios que tenían intereses en la destrucción del ferrocarril”.
Solanas también se refirió a la indiferencia de la justicia ante el saqueo: “Desde Menem hasta hoy, permanecen los mismos concesionarios: Cirigliano, Romero, Roggio, Urquía, Macri, Techint, Unión Ferroviaria y las brasileras Camargo Correa y A.L.L. Ningún gobierno exigió revisar el inventario de los bienes entregados, ningún fiscal se atrevió a investigar. La película es una buena lupa sobre la complicidad vergonzosa de la Justicia argentina.”
“La Próxima Estación” es la cuarta realización testimonial sobre el saqueo, la resistencia y las capacidades argentinas. Luego de “Memoria del Saqueo”, “La Dignidad de los Nadies” y “Argentina Latente”, el nuevo film hace un recorrido histórico desde la construcción de los ferrocarriles hasta su privatización, que desembocó en la actual crisis ferroviaria, con el pésimo servicio público que brindan los concesionarios, la destrucción de las industrias estatales y el saqueo de los 37 grandes talleres ferroviarios, los 80 mil trabajadores despedidos, los 800 pueblos fantasmas creados y la caída de las economías regionales.
La película es enfocada integralmente en el marco de la gran crisis del transporte en el país, que provoca anualmente la muerte por accidentes de más de 8 mil personas y el maltrato de todos los pasajeros. Recogiendo historias y testimonios, entrevistando técnicos, trabajadores, pasajeros, magistrados y funcionarios, el film indaga y construye un fresco problemático que es un espejo del país.